El partido decisivo tuvo lugar en Viena, el 24 de mayo de 1995 y ante el Ajax, donde, en una muy disputada final, el equipo cayó tras un único gol de Patrick Kluivert, a dos minutos del término del tiempo regular. En la Liga de Campeones, el equipo tuvo un duro escollo (en la fase de grupos) ante el Ajax, chandal de la juventus perdiendo ambos partidos ante el cuadro neerlandés.